Hoy nos hemos levantado muy pronto. Los mayores del campamento comenzaban su camino a la montaña con el fresco de la mañana.
El grupo de apoyo estaba en la cocina desde muy temprano, para que pudieran llevarse la comida del día.





Ahora todo es distinto en el campamento estable, somos menos, muchos menos. En el comedor apenas llenamos 6 mesas y ocupamos poco sitio en la capilla.
Para animar el día nos hemos ido de boda con María, a Caná; menudo lío se ha montado porque en plena fiesta se han quedado sin vino y María que está atenta a todo pone su mirada en Jesús y pide a los demás que hagan lo que Él diga.

Y a eso hemos dedicado el día, a poner la mirada atenta de María en el campamento,
primero yéndonos de marcha, saliendo del campamento como los mayores,

para poner la mirada atenta en las necesidades del camino: dar agua, acompañar al que va cansado, cuidar del que se desanima, alegrar el camino con canciones…
y después, al volver, con los juegos que habían preparado los catequistas. Así, hemos empezado a entender qué es eso de tener la mirada atenta.

Es una suerte estar aquí y dejarse cuidar y querer, con mirada atenta. Como la de nuestro grupo de apoyo

Del volante y el minivolante sabemos que están perfectos, que el camino no se ha hecho difícil, gracias a las miradas atentas, y que mañana tendremos más fotos de sus aventuras.


Hemos terminado con una bellísima celebración de la tarde, compartiendo los más pequeños, el grupo de jóvenes y el grupo de apoyo; cada uno ha puesto su “agua” (aquí hay muchos dones y muy buenos), para que Jesús lo transforme en vino.






pero la fiesta de nuestra boda ha seguido ….

con un gran postre que nos tenían preparado desde cocina
Y con una velada de gala ¡nos vamos al casino!


Animaros a poner la mirada atenta en vuestras casas, en vuestros trabajos, en la compra, en el paseo, en el echar de menos; os sorprenderéis de todo lo que os estabais perdiendo.
Buenas noches
Impresionante, una boda!!!!! Que maravilla poder echar cada día un vistazo y descubrir cuánto cariño de Dios ahí en ese campamento.
Gracias a los que estáis haciendo posible está maravilla, estáis siendo instrumento de Dios, con vuestros juegos, natillas, canciones, velada de gala, cansancio, sueño…
Un beso muy fuerte. Chefa.
Qué campamento más activo! Cada día una aventura diferente.
Tenemos muchas ganas de encontrarnos con vosotros el sábado y compartir el día en comunidad y dar un abrazo a nuestras niñas.
¡¡Que maravilla veros disfrutar tanto!! ¡¡Nos vemos ya muy pronto!!