EXHORTACIÓN APOSTÓLICA «DILEXI TE»

EXHORTACIÓN APOSTÓLICA
DILEXI TE
DEL SANTO PADRE LEÓN XIV
SOBRE EL AMOR HACIA LOS POBRES

1. «Te he amado» (Ap 3,9), dice el Señor a una comunidad cristiana que, a diferencia de otras, no tenía ninguna relevancia ni recursos y estaba expuesta a la violencia y al desprecio: «A pesar de tu debilidad […] obligaré […] a que se postren delante de ti» (Ap 3,8-9). Este texto evoca las palabras del cántico de María: «Derribó a los poderosos de su trono y elevó a los humildes. Colmó de bienes a los hambrientos y despidió a los ricos con las manos vacías» (Lc 1,52-53).

2. La declaración de amor del Apocalipsis remite al misterio inextinguible que el Papa Francisco ha profundizado en la encíclica Dilexit nos sobre el amor divino y humano del Corazón de Cristo. En ella hemos admirado el modo en el que Jesús se identifica «con los más pequeños de la sociedad» y cómo con su amor, entregado hasta el final, muestra la dignidad de cada ser humano, sobre todo cuando es «más débil, miserable y sufriente».  Contemplar el amor de Cristo «nos ayuda a prestar más atención al sufrimiento y a las carencias de los demás, nos hace fuertes para participar en su obra de liberación, como instrumentos para la difusión de su amor». 

3. Por esta razón, en continuidad con la encíclica Dilexit nos, el Papa Francisco estaba preparando, en los últimos meses de su vida, una exhortación apostólica sobre el cuidado de la Iglesia por los pobres y con los pobres, titulada Dilexi te, imaginando que Cristo se dirigiera a cada uno de ellos diciendo: no tienes poder ni fuerza, pero «yo te he amado» ( Ap 3,9). Habiendo recibido como herencia este proyecto, me alegra hacerlo mío —añadiendo algunas reflexiones— y proponerlo al comienzo de mi pontificado, compartiendo el deseo de mi amado predecesor de que todos los cristianos puedan percibir la fuerte conexión que existe entre el amor de Cristo y su llamada a acercarnos a los pobres. De hecho, también yo considero necesario insistir sobre este camino de santificación, porque en el «llamado a reconocerlo en los pobres y sufrientes se revela el mismo corazón de Cristo, sus sentimientos y opciones más profundas, con las cuales todo santo intenta configurarse».

Primer saludo y bendición «Urbi et Orbi» del Papa León XIV

El 8 de mayo de 2025 el Cónclave ha elegido al 267º Obispo de Roma, el Cardenal Robert Francis Prevost, religioso agustino, que ha tomado el nombre de León XIV.

Os ofrecemos su saludo desde el balcón central de la Basílica de San Pedro y sus primeras palabras y bendición «Urbi et Orbi»

Aquí os dejamos la traducción de sus palabras al español.

PAPA FRANCISCO (2013-2025)

El lunes 21 de abril VATICAN NEWS comunicó que el Cardenal Kevin Joseph Farrell, Camarlengo de la Santa Romana Iglesia, anunció con tristeza el fallecimiento del Papa Francisco. 

VATICAN NEWS ha elaborado un documental sobre El pontificado del Papa Francisco: Doce años de procesos y puertas abiertas, así nos lo ofrece: «Recorramos el pontificado de Jorge Mario Bergoglio con las imágenes más significativas de sus viajes, celebraciones, encuentros, gestos, signos de un magisterio de anuncio del amor de Cristo a todos los hombres y de su incesante compromiso por la paz, los pobres y los migrantes, en el horizonte de la innovación y de la fraternidad.»

CAMINEMOS JUNTOS EN LA ESPERANZA

Mensaje del Santo Padre Francisco para la Cuaresma 2025

Queridos hermanos y hermanas:

Con el signo penitencial de las cenizas en la cabeza, iniciamos la peregrinación anual de la santa cuaresma, en la fe y en la esperanza. La Iglesia, madre y maestra, nos invita a preparar nuestros corazones y a abrirnos a la gracia de Dios para poder celebrar con gran alegría el triunfo pascual de Cristo, el Señor, sobre el pecado y la muerte, como exclamaba san Pablo: «La muerte ha sido vencida. ¿Dónde está, muerte, tu victoria? ¿Dónde está tu aguijón?» ( 1 Co 15,54-55). Jesucristo, muerto y resucitado es, en efecto, el centro de nuestra fe y el garante de nuestra esperanza en la gran promesa del Padre: la vida eterna, que ya realizó en Él, su Hijo amado (cf. Jn 10,28; 17,3).

En esta cuaresma, enriquecida por la gracia del Año jubilar, deseo ofrecerles algunas reflexiones sobre lo que significa caminar juntos en la esperanza y descubrir las llamadas a la conversión que la misericordia de Dios nos dirige a todos, de manera personal y comunitaria.